Este es el caso de la educación para la igualdad de género. Ya va a resultar difícil explicarle a un@ niñ@ que "aunque la única que friega en casa es mamá, no quiere decir que los hombres no puedan hacerlo", como además, añadirle otro tipo de ingredientes al tema como juguetes diferenciados por sexos, ropa rosa o azul según sea niña o niño.... y por supuesto, los cuentos que elegimos para leer a nuestr@s hij@s.
No hace mucho, que se propuso la idea de pensar acerca del mensaje transmitido desde ciertos "cuentos clásicos". No se trata de hacerlos desaparecer. Pero en todo caso, sí hacerlos evolucionar de una u otra forma. Digo yo, que tampoco pasa nada porque la Cenicienta adopte el lema de que "ya no quiere comer perdices al lado de un príncipe" simplemente porque ha decidido por propia voluntad sacar partido a su "don" y montar una empresa de limpieza que le permita vivir independiente de sus hermanastras.
Y tampoco pasaría nada, si por ejemplo, Blancanieves, decide buscar otro sitio donde dormir, porque resulta que los enanitos le ponen como condición para estar en su casita que tiene que limpiar y cocinar para ellos.... si al fin y al cabo, hasta ahora se habían arreglados los 7 solitos perfectamente.
O si no, en el caso en el que no nos apetezca realizar este tipo de modificaciones según gustos, también podemos buscar cuentos más recientes y elegir la temática más apropiada. Concretamente, tenemos uno en casa que recuerdo haber comprado cuando mi hijo mayor era aún bebé.... pero es que lo vi de casualidad, lo ojeé y me encantó. Además no está mal de precio.
Se trata de "La Princesita Bombera", de Chiquicuentos, escrito por Cristina Mesa.Personalmente, me encanta su lema: "soy la princesita bombera: ¡la princesa más valiente de todo el continente!"
Trata de cómo esta niña, a pesar de que pretenden que se convierta en una "princesita convencional", insiste en seguir jugando con su manguera.... y creedme, que el final merece la pena. Aunque lógicamente no voy a desvelarlo.
Además está escrito en un tono sencillo y muy poético, que hace que además te enganche su lectura y llame más la atención de l@s peques cuando nos sentamos a leerlo con ell@s.
Porque eso sí, pienso que los libros no son para leérselos a l@s niñ@s, sino para leerlos a su lado, con ell@s. Disfrutándolos, de tal forma que ese entusiasmo sea compartido....
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